Guía de maratón: cómo ganar la batalla mental

La temporada de maratón se aproxima, por lo que necesitas aumentar tu kilometraje de entrenamiento. A medida que te acercas al punto máximo de tu entrenamiento, harás muchos kilómetros en tus carreras más largas. Eso puede significar que en tus carreras más largas estés en carretera durante 3 o incluso 4 horas seguidas, poniendo a prueba tu concentración mental y tu determinación hasta el límite. El viejo refrán dice que el maratón tiene que ver tanto con la fortaleza mental como con la forma física, y eso también se aplica al entrenamiento para el maratón. A continuación, te contamos cómo ganar esa batalla mental.

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¡DIVÍDELO!

Este consejo es viejo pero bueno. La perspectiva de correr 30 kilómetros de una sola vez puede ser desalentadora, incluso para los corredores más experimentados. Dividir estratégicamente tus carreras en segmentos hace que sean mentalmente más fáciles de digerir y te ayuda a mantener el positivismo y la concentración para machacar esa carrera larga. A muchos corredores les funciona bien utilizar el punto intermedio como punto de mira, de modo que en su carrera más larga se proponen hacer 16 o 17 kilómetros, y después están mentalmente en la recta final, contando los kilómetros hasta el final.

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CAMBIA DE RUTA

No hay nada que contribuya más a la monotonía de una carrera larga que repetir la misma ruta, una y otra vez cada domingo. Estás acostumbrado a las mismas vistas y sonidos y sabes exactamente dónde estarán las partes más difíciles de tu carrera. Es básicamente predecible y el único resultado es más monotonía. Intenta cambiar tu ruta regularmente para contrarrestar esto. Haz un mapa con antelación y, si puedes, toma una ruta circular y evita las "rutas de ida y vuelta", que pueden hacer que la primera mitad de una carrera larga destruya el alma. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar muchas rutas de 30 kilómetros cerca de casa, así que, si te cuesta encontrar una nueva, cámbiala y hazla al revés.

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CONSIGUE UNA INCREÍBLE LISTA DE REPRODUCCIÓN

Asegúrate de tener una lista de reproducción con tus canciones favoritas y más estimulantes. Que sean alegres y con mucha energía para mantener el estado de ánimo y el espíritu elevado: no es el momento de las baladas potentes, ni de las canciones que te recuerdan a tu ex. Además, asegúrate de que es lo suficientemente larga como para que te dure toda la carrera y de que la actualizas con regularidad: te sorprenderá lo rápido que tu melodía favorita de siempre se vuelve increíblemente irritante cuando estás cansado, te duelen las piernas y la has escuchado una y otra vez.

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SAL TEMPRANO

No lo dejes para después. Sí, es domingo, y seguro que todos preferiríamos quedarnos en la cama comiendo tostadas. Pero si corres antes, tienes el resto del día para relajarte o hacer otras cosas que no sean correr. Lo peor es posponerlo hasta que finalmente te pones en marcha a última hora del día, pensando en que ya habrías terminado si hubieras salido antes. Pon la alarma, prepara tu equipo la noche anterior y hazlo. También hay algo indescriptiblemente satisfactorio en el hecho de correr a primera hora de la mañana y la complicidad, los gestos de satisfacción de los compañeros corredores y ciclistas: "sabemos por qué hacemos esto, aunque nadie más lo sepa".

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DEJAR LA NEGATIVIDAD Y EL ESTRÉS EXTERNO EN LA PUERTA

La positividad mental desempeña un papel importante a la hora de seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles, ya que el estrés externo es una de las principales causas de las carreras de entrenamiento incompletas o incluso canceladas. Una mala semana en el trabajo o una discusión con tu otra mitad pueden tener un gran impacto mental cuando estás haciendo muchos kilómetros y tienes ganas de rendirte. La carrera larga da mucho tiempo para pensar, y también para pensar demasiado. Deja las discusiones, el estrés y los sentimientos de baja autoestima en casa y céntrate en ti y en lo que quieres de esta carrera. Si te sientes estresado, canalízalo en tu carrera: puede que no seas capaz de controlar los acontecimientos que te rodean, pero tú y sólo tú estás a cargo de esta carrera.

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MANTÉN LA VISTA EN EL PREMIO

Es fácil perder de vista el objetivo final cuando estás cansado, fatigado e inmerso en un kilometraje cada vez más largo. En algún momento probablemente empezarás a preguntarte por qué te has apuntado a esto. Es importante que sepas que tendrás días buenos y malos, pero cada carrera que hagas te está acercando más y más a tu objetivo y a pertenecer a ese exclusivo 1% de personas que han completado un maratón. Esa carrera de 28 kilómetros que se avecina parece desalentadora, pero basta con recordar cuando incluso 16 kilómetros parecían imposibles. Ya has llegado muy lejos. Kilómetro a kilómetro, paso a paso, cada vez estás más cerca. Sigue adelante.

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