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La Tierra es ahora nuestro único accionista

Hace 50 años que Patagonia inició su experimento de empresa sostenible. Desde el principio reconocieron que ya no se podía asumir que los recursos de la Tierra eran ilimitados y querían mitigar los daños causados por el camino.

Hoy está claro que se han sobrepasado esos límites. Si hay alguna esperanza de que el planeta prospere en los próximos 50 años, por no hablar de un negocio próspero, se necesitarán todos nuestros recursos. Por eso Patagonia se ha comprometido con dar el 100% de sus beneficios a nuestro único accionista, la Tierra.

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La historia de la Patagonia

Desde 1972, Patagonia se ha guiado por las filosofías de diseño de calidad y simplicidad. Crean productos innovadores, multifuncionales, atemporales, esenciales, bellos e icónicos, al tiempo que emplean las soluciones medioambientales y sociales más avanzadas. En un sistema de capitalismo extractivo, Patagonia no aboga por el consumo, sino que trata de ofrecer una alternativa mejor para los ciudadanos y las empresas.

De cara a los próximos 50 años de actividad, Patagonia se compromete a seguir experimentando con prácticas empresariales inusuales. No se limitan a abordar los daños sintomáticos causados, sino que tratan de cuestionar el sistema en el que existen. Sólo utilizando recursos para amplificar la voz del activismo, apoyando a las comunidades que trabajan en la búsqueda de soluciones y difundiendo las historias de las personas que se encuentran en el centro de esta crisis, pueden decir realmente que están en el negocio para salvar nuestro planeta.